Nefrectomía Radical
Costo: $8,591 USD
Duración de hospitalización: 2 días
¿En qué consiste la Nefrectomía Radical?
La nefrectomía radical es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa un riñón completo junto con la glándula suprarrenal y los tejidos circundantes, incluyendo los ganglios linfáticos regionales en algunos casos. Este procedimiento se realiza para tratar enfermedades graves como el cáncer renal, tumores grandes, o enfermedades renales no funcionales que amenazan la salud del paciente.
La cirugía puede realizarse mediante un enfoque abierto o laparoscópico, dependiendo del caso. Es un tratamiento definitivo para eliminar el tejido afectado y prevenir la propagación de enfermedades malignas.
Incluye
Equipo médico
Cirujanos especializados en urología y oncología garantizan una intervención segura y eficaz.Laboratorio
Estudios prequirúrgicos completos para evaluar la salud general del paciente y determinar que está en condiciones óptimas para el procedimiento.Gabinete
Exámenes de imagen avanzados, como tele de tórax y tomografía computada toraco-abdominal, que permiten evaluar la extensión de la enfermedad y planificar la cirugía.Valoración preoperatoria por Medicina Interna + EKG
Evaluación médica detallada realizada por un internista y un electrocardiograma (EKG) para confirmar que el paciente está apto para someterse a la cirugía.Visitas postoperatorias
Seguimiento médico después de la cirugía para monitorear la recuperación, evaluar la cicatrización y detectar posibles complicaciones.Estudio de patología
El tejido extirpado se envía al laboratorio para un análisis histopatológico, permitiendo confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión de la enfermedad.
Preparación para la cirugía
Para la nefrectomía radical, el equipo médico puede recomendar:
- Ayuno de al menos 8 horas antes de la cirugía.
- Suspensión de ciertos medicamentos, como anticoagulantes, bajo indicaciones médicas.
- Preparación previa, que puede incluir hidratación adecuada y ajustes en los medicamentos habituales del paciente.
- Exámenes previos, como tomografías adicionales o pruebas funcionales renales, para una evaluación completa del estado del paciente.
Recuperación
La recuperación de una nefrectomía radical varía según el enfoque quirúrgico y las condiciones generales del paciente. Las recomendaciones incluyen:
- Evitar actividades físicas intensas durante 6 a 8 semanas para permitir una correcta cicatrización interna.
- Mantener una dieta balanceada e hidratación adecuada, para ayudar a la función renal del riñón restante.
- Seguir instrucciones para el cuidado de la herida, manteniéndola limpia y seca para prevenir infecciones.
- Monitoreo continuo de la función renal, especialmente si el paciente tiene condiciones médicas previas que puedan afectar la salud del riñón restante.
La mayoría de los pacientes pueden retomar actividades ligeras en 2 a 4 semanas, pero deben evitar levantar objetos pesados y realizar esfuerzos significativos hasta recibir autorización médica.
Riesgos y Complicaciones
Aunque la nefrectomía radical es un procedimiento seguro, pueden presentarse algunos riesgos, como:
- Infección en el sitio quirúrgico, que podría requerir tratamiento antibiótico.
- Hemorragia, aunque es poco común con técnicas quirúrgicas modernas.
- Lesión a órganos cercanos, como el hígado o el páncreas, aunque es raro en manos de un cirujano experimentado.
- Alteración en la función del riñón restante, que puede requerir un monitoreo más cercano.
Preguntas Frecuentes
La cirugía se realiza bajo anestesia general, por lo que el paciente no siente dolor durante el procedimiento. Después, puede haber molestias en la zona de las incisiones, que se controlan con analgésicos.
La cicatrización inicial suele completarse en 2 a 4 semanas, pero la recuperación completa de las reparaciones internas puede tomar hasta 8 semanas.
Sí, una persona puede vivir con un solo riñón, siempre y cuando este sea saludable y funcione adecuadamente. Es importante seguir un estilo de vida saludable y realizar chequeos médicos regulares.
El análisis histopatológico evalúa el tejido extirpado para confirmar el diagnóstico, determinar el tipo de tumor (si lo hubiera) y la extensión de la enfermedad.